Cuando se acude a consulta y se decide empezar un proceso terapéutico conmigo, lo primero que se realiza es una evaluación de las necesidades y demandas propias, con el fin de crear un tratamiento individualizado donde el foco está en la persona ayudada.

Para conseguir esto, llevo a cabo la siguiente metodología de trabajo donde realizo estos tres pasos:

Mínimo dos sesiones de evaluación, su variación dependerá de cada caso.

• Primera entrevista clínica: En la primera evaluación el objetivo es conocer a la persona y por tanto, obtener la información necesaria sobre su motivo de consulta y explorar sus necesidades.

• Documentos objetivos: En la segunda sesión se realiza una evaluación más exhaustiva según los datos obtenidos de la primera, en esta sesión se administran cuestionarios específicos en relación al problema. El objetivo es buscar el tratamiento que mejor se adapte a la persona ayudada.

El número de sesiones se ajustará a la gravedad del problema y al coste económico que la persona pueda asumir (total flexibilidad), lo importante es empezar el proceso terapéutico.

• Devolución: Se explica a la persona qué es lo que le ocurre y cómo vamos a trabajarlo (los componentes del tratamiento).

• Aplicación de los protocolos validados: Esto significa que el tratamiento aplicado está comprobado y por ende, es eficaz para dicho problema según los estudios realizados.

• Ajustes según criterios individualizados: Se realizan las adaptaciones pertinentes para facilitar la adherencia al tratamiento psicológico.

Durante todo el proceso, se acompaña a la persona a través de sesiones presenciales, de correos electrónicos, de llamadas telefónicas y de comunicaciones por vía WhatsApp.